Uno de los retos más importantes en la vida de cualquier persona es el de aprender a soltar, aprender a confiar en que alguien más que no seas tú podrá ser capaz de hacer todo lo que haces de la misma forma, ya ni hablar de hacerlo mejor, eso muchas veces puede sonar imposible, nos conformamos con que lo haga igual o medianamente parecido.
En estos 12 meses en Octhopus, me he encontrado con que esta dificultad que tengo como mamá para aceptar y apreciar que alguien más me apoye con la formación de mi hija o con la limpieza y el orden de mi casa, es exactamente lo mismo que sienten mis clientes como empresarios y emprendedores por permitir que alguien externo realice las tareas que ellos están acostumbrados a realizar.
En mi experiencia la respuesta es más simple de lo que parece. Como emprendedores, nuestros clientes suelen pensar que existen muchas tareas que en su naturaleza son extremadamente fáciles o rápidas por lo que no ven la necesidad de delegarlas a alguien más, y entran afirmaciones como “eso puedo hacerlo yo, no hay problema”. En muchas ocasiones estos pensamientos son correctos, pero vale la pena recordar que el hecho de que puedas hacer una tarea mejor o igual que otra persona no implica que ocuparte de ella sea hacer un buen uso de tu tiempo.
Es en estos momentos, cuando nosotras las Asistentes Virtuales, entramos a auxiliar a los clientes y a guiarlos en este difícil proceso de confiar en nuestras habilidades y permitir que nos convirtamos en una mano más de su equipo, una extensión de sus agendas y hasta en una memoria externa viviente que estará al pendiente de cada detalle y lo mantendrá a él y a su empresa dentro del camino del éxito.
Delegar es un HÁBITO y como todos los hábitos requiere práctica y disciplina para hacerlo bien.
Un tip que he compartido con mis clientes y que a la vez compartieron conmigo antes de iniciar como Asistente Virtual es el siguiente: cada vez que tengas una lista de cosas por hacer y que pensando en alguna de ellas tu mente vaya directo al “mejor lo hago yo”, piensa si se trata de una actividad estratégica, ya sea en el plano personal o para el crecimiento de tu empresa o si es algo que de verdad te apasiona hacer. Si no es así, delégala.
Hay muchas actividades que le puedes pedir a tu Asistente Virtual de Octhopus.
Lo más importante de todo este proceso es la relación que creamos con nuestros clientes y que conforme nos van conociendo se sientan con la seguridad y la tranquilidad de asignarnos diferentes tareas, mismas que saben serán entregadas con la misma dedicación, atención al detalle y calidad que si fueran realizadas por ellos mismos.
Es muy importante para nosotras como asistentes que cada cliente o prospecto de cliente Octhopus sepa que somos expertas en diferentes áreas y que sobre todo, estamos siempre dispuestas a aprender y a volvernos unas maestras en las actividades que ellos consideren necesarias. Porque en Octhopus nunca dejamos de aprender y de cultivarnos como profesionales y este compromiso continuo de aprendizaje, es el que les asegura a nuestros clientes que no importa lo que necesiten siempre daremos ese PASO EXTRA para ayudarlos.
Por: Mónica Barreiro, asistente de Octhopus